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Patxi ARANOANace en Buenos Aires (Argentina) en 1960, se inicia en la pintura a través de la figura de su abuelo, Juan de Aranoa (Bilbao), y de su padre, Juan José de Aranoa, pintor y arquitecto. En 1978 se establece junto con su familia en Pamplona (Navarra) y acude a cursos de pintura impartidos por Isabel Baquedano, Juan José Aquerrreta y Salvador Beunza, siendo él mismo en la actualidad profesor de pintura en el Taller Aranoa del casco viejo de Pamplona. Él dice de sí mismo y de su trabajo que son “los otros” los que hacen de él un artista y que la inspiración y la energía le vienen de este intercambio necesario que la estética por si misma no puede explicar. Preocupado en su pintura sobre todo por los primeros planos, trabaja las sutiles delimitaciones que la luz genera por si misma sobre los cuerpos, sobre la figura humana, eligiendo habitualmente el claroscuro ya que, para su sensibilidad, los colores vivos estropean la luz. Una vida latente y a la vez silenciosa, sensualmente perceptible, que emana de esas figuras anónimas, depuradas en la intimidad como románticas historias de amor.
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